lunes, 15 de diciembre de 2014

Mañana volveré a caer...

Cada vez que hablo con él me pongo nerviosa. Oh, como odio ese sudor frío que me entra cada vez que lo veo. Me noto el cuerpo temblar como un flan y me sofoco.
Lo peor es que le tengo que ver casi todos los días. No me extraña que me digan que siempre estoy roja. Si es que me entran unos calores por los nervios...que ni una sauna es capaz de poner mis mejillas a tal temperatura.
Si sonríe...no sé, ahí me pierdo. Si me habla...me cuesta no perderme. No sé cuando no me pierdo, pero me pierdo y me pierde él.
No soy capaz de estar en ningún lado si no está cerca, ni de sonreír si no me dice algo. Suelen llamarlo enamoramiento, pero eso es una estupidez, no me enamoro de nadie...
Esos sentimientos no son para mí, y aunque lo fueran a él no le importarían, pues él ya tiene a quien se vuelva loca por su cariño.
Bueno, pues me marcho. Me marcho en silencio sin dejar que nadie lo note. Que se den cuenta cuando ya no esté, así es menos vergonzoso para mí, menos problema para él. Sí, creo que lo haré así. No estaré en ningún lado en el que él se encuentre, ni sonreiré si me sonríe. Simplemente haré como que esto no me ha pasado, como que nunca me ha hecho sentir ''mariposas en el estómago''.
Mañana volveré a caer. Lo sé. Pero por ahora intento hacerme fuerte con la esperanza de que no ocurra.

Frío.

Muchas veces no puedo evitar recordar lo mucho que me odio. La verdad no sé como sigo viva, pues si por mi fuera ya me habría quitado del medio. Pero es que hay algo que me ata a esta vida, algo que me hace ser eterna. No me gusta.
Cuantas veces habré probado ya lo de la carta de despedida y saltar o darme golpes en la cabeza. No me funcionan. No entiendo cómo me puede haber tocado a mi vivir esto.En fin, toca música, dosis de música para olvidar lo que pienso y así emocionar mi cuerpo y excitar hasta las puntas de mi cabello.
Oh sí, me encanta esta canción, Whore de In this moment. Cada una de las canciones que tengo en mi reproductor forman parte de la banda sonora de mi vida.
Y ¿ahora qué? No sé muy bien por qué huyo de todo lo que no entiendo. Miedo no es, cobardía menos.
Cambia la canción. Numb, Linkin Park.  Sí. Ya siento como mi cuerpo tiene ganas de sacudirlo todo. Subo el volumen y me pongo el gorro para salir a la calle.
No sé si os habrá pasado eso de ir por la calle con música y caminar sintiendo que estás en un videoclip.Me gusta esa sensación, Es el único momento en el que me siento parte de algo. Es triste pero me gusta así.
Paso por al lado de gente que ni siquiera notaría que estoy ahí si no fuera por lo exageradamente alta que llevo la música. Prefiero quedarme sorda por eso que por la contaminación acústica de los coches, las alarmas, la gente hablando y las motos que hacen demasiado ruido y no corren nada. Noto el frío en mis mejillas, que ya están enrojecidas por el frío. Todo eso me gusta. El frío en mi piel, ese que siempre está presente, ya forma parte de mi. A veces me pregunto si no estaré muerta ya...
Los últimos rayos de sol intentan vagamente calentar mi cara. Me pongo poética y sensible, lo siento. No me gusta, me sale solo e involuntariamente, como habréis comprobado ya desde el principio del texto.
Empiezo a temblar, no sé si de frío o de nervios. Me siento atrapada en mi cuerpo. No soy de aquí, lo presiento. Quiero ser libre. La música me calma pero no del todo.
Suena Pain, de Three days grace. El estribillo me hace sentir incómoda, quiero ser violenta, romper el suelo a cada paso, necesito gritar. No me importa el dolor. Solo quiero sentirlo...y lo siento. Está presente. Cuando lo pido viene a mi en forma de recuerdos.
Cómo me odio. Solo quiero ser libre y dejar este cuerpo atrás.
Con esperanza de que se pase esa sensación, vuelvo a mi casa y de nuevo a mi cuarto.
Para mí es como una guarida, una cueva donde me refugio, donde nadie me molesta ni me hiere, donde el frío habita y el calor busca sitio, pero no le dejo entrar.Quiero quedarme así y no sentir nada. Que se duerma todo. Y me duermo yo esperando que todo pase como un sueño, que mañana sea diferente, que no pueda sentir las cosas que siento, como si fuera solo un personaje que actúa sin pensar y sin importarle lo ajeno. Seguro que mañana todo sigue igual de helado.
Perdonad por el desorden pero así es como es mi mente.

jueves, 11 de diciembre de 2014

Así sucumbí a mi múltiple locura.

No sé exactamente lo que tengo que hacer. Me acaba de sonar el despertador y aun estoy desorientada.Sí, será mejor que vaya a lavarme la cara, porque apenas puedo abrir los ojos.
El pasillo se me está haciendo eterno, no lo comprendo, son diez pasos hasta el servicio y ya he dado veinte. Me estoy esforzando por abrir bien los ojos para ver que es lo que sucede y ahí está, ahí empieza todo, el suelo se está tornando cada vez más oscuro, como si quisiera desaparecer y sin saber cómo explicarlo me encuentro caminando en la nada, rodeada del todo y sin comprender exactamente lo que ocurre.
Lo único que aun puedo identificar de mi casa es la puerta del baño, pero esta se mueve hacia arriba y hacia abajo, hacia los lados y se aleja de mi. Como no hay nada más, solo oscuridad, se podría decir que vuela, como suele decir la gente, como una nave extraterrestre.
De repente siento como si me quedara paralizada. No puedo seguir corriendo, me siento suspendida en el hueco en el que se había convertido aquel corto pasillo.
En ese preciso instante unas imágenes se me presentaban ante mis ojos, como cuando los cierras y te vienen recuerdos a la mente y son tan fuertes que hasta los vuelves a vivir tanto que los ves. Estas imágenes son muy distintas unas de las otras y no tienen nada en común. Es como si se me presentara un sin fin de pensamientos, personalidades, algunas más atractivas que otras, pues aquello que veo me gusta aun siendo algunas muy cruentas.
Intento agarrarlas porque no sé que hacer y por intentar moverme de nuevo. Puedo, puedo moverme, por lo menos de la cintura para arriba. Mis dedos no saben exactamente donde coger esas proyecciones, por llamarlas de alguna forma. Pero no las cojo, al parecer eso que veo está solo en mis ojos y noto que cada vez las tengo más claras. Empiezan a presentarse como pensamientos en mi cabeza.
A medida que lo voy pensando noto que me pasa algo, que ya no me decido por nada. No quiero ver a nadie, pero quiero volver a mi habitación y hablar con alguien para contarlo. Tengo miedo pero me gusta la situación. Es diferente y extraño. Quiero gritar de miedo pero sobre todo porque nadie me oye.
Sin esperar yo que cese esa sensación, todo queda oscuro y cuando empiezo a ver algo de luz me doy cuenta de que estoy de nuevo en mi cama.
Había sido un sueño, o no, no está claro. Pero no importa, lo que sí sé con certeza es que acabo de sucumbir a una múltiple locura que me envuelve y juega conmigo para que juegue con la vida.