Muchas veces no puedo evitar recordar lo mucho que me odio. La verdad no sé como sigo viva, pues si por mi fuera ya me habría quitado del medio. Pero es que hay algo que me ata a esta vida, algo que me hace ser eterna. No me gusta.
Cuantas veces habré probado ya lo de la carta de despedida y saltar o darme golpes en la cabeza. No me funcionan. No entiendo cómo me puede haber tocado a mi vivir esto.En fin, toca música, dosis de música para olvidar lo que pienso y así emocionar mi cuerpo y excitar hasta las puntas de mi cabello.
Oh sí, me encanta esta canción, Whore de In this moment. Cada una de las canciones que tengo en mi reproductor forman parte de la banda sonora de mi vida.
Y ¿ahora qué? No sé muy bien por qué huyo de todo lo que no entiendo. Miedo no es, cobardía menos.
Cambia la canción. Numb, Linkin Park. Sí. Ya siento como mi cuerpo tiene ganas de sacudirlo todo. Subo el volumen y me pongo el gorro para salir a la calle.
No sé si os habrá pasado eso de ir por la calle con música y caminar sintiendo que estás en un videoclip.Me gusta esa sensación, Es el único momento en el que me siento parte de algo. Es triste pero me gusta así.
Paso por al lado de gente que ni siquiera notaría que estoy ahí si no fuera por lo exageradamente alta que llevo la música. Prefiero quedarme sorda por eso que por la contaminación acústica de los coches, las alarmas, la gente hablando y las motos que hacen demasiado ruido y no corren nada. Noto el frío en mis mejillas, que ya están enrojecidas por el frío. Todo eso me gusta. El frío en mi piel, ese que siempre está presente, ya forma parte de mi. A veces me pregunto si no estaré muerta ya...
Los últimos rayos de sol intentan vagamente calentar mi cara. Me pongo poética y sensible, lo siento. No me gusta, me sale solo e involuntariamente, como habréis comprobado ya desde el principio del texto.
Empiezo a temblar, no sé si de frío o de nervios. Me siento atrapada en mi cuerpo. No soy de aquí, lo presiento. Quiero ser libre. La música me calma pero no del todo.
Suena Pain, de Three days grace. El estribillo me hace sentir incómoda, quiero ser violenta, romper el suelo a cada paso, necesito gritar. No me importa el dolor. Solo quiero sentirlo...y lo siento. Está presente. Cuando lo pido viene a mi en forma de recuerdos.
Cómo me odio. Solo quiero ser libre y dejar este cuerpo atrás.
Con esperanza de que se pase esa sensación, vuelvo a mi casa y de nuevo a mi cuarto.
Para mí es como una guarida, una cueva donde me refugio, donde nadie me molesta ni me hiere, donde el frío habita y el calor busca sitio, pero no le dejo entrar.Quiero quedarme así y no sentir nada. Que se duerma todo. Y me duermo yo esperando que todo pase como un sueño, que mañana sea diferente, que no pueda sentir las cosas que siento, como si fuera solo un personaje que actúa sin pensar y sin importarle lo ajeno. Seguro que mañana todo sigue igual de helado.
Perdonad por el desorden pero así es como es mi mente.